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Respiración Yóguica

La respiración Yóguica o respiración completa, es la clave de la disciplina de la práctica del yoga, ya que considera a esta como la puerta de purificación del cuerpo y de la mente. Se puede lograr un estado mental de serenidad, quietud y concentración por medio de simples ejercicios de respiración, trabajando y habituando así, el auto-control y auto-regulación.
Efectos benéficos a nivel mental-emocional de la Respiración Completa Yoguica
Una de las consecuencias graves de no saber respirar es no poder evitar ni manejar situaciones estresantes, provocando un estado ansioso que puede derivar en otras afecciones, ya sea a nivel físico o mental, incitando aún más a un respiración rápida y superficial, acompañada de tensiones musculares, posturas incorrectas y todas sus consecuencias.
La respiración completa es la clave de la disciplina de la práctica del yoga, ya que considera a esta como la puerta de purificación del cuerpo y de la ment
Se puede lograr un estado mental de serenidad, quietud y concentración por medio de simples ejercicios de respiración completa, trabajando y habituando así, el auto-control y auto-regulación, aliviando y disolviendo estados de nerviosismo, hiperactividad, agresividad, angustia, etc.
La respiración completa o Yóguica es una simple pero maravillosa herramienta para la salud física y mental

Efectos fisiológicos de la respiración completa

Esta práctica realizada de manera regular, al utilizar la totalidad los pulmones, asegura la salud del sistema respiratorio, inmunizando contra tuberculosis y afecciones pulmonares, alejando la posibilidad de contraer resfríos, bronquitis, etc. debido a que la respiración incompleta mantiene inactiva gran parte del tejido pulmonar lo que hace un terreno abonado para bacilos, que pronto lo invaden y lo dañan.

Un tejido pulmonar en uso, lo hace sano y resistente a los gérmenes y lo único que logra esto es la utilización debida de los pulmones por medio de la respiración completa

El estómago y otros órganos digestivos sufren también con la respiración incompleta. No solo se nutren mal debido a la falta de oxígeno sino que como el alimento debe absorber oxigeno de la sangre para poderse digerir y asimilar, es fácil que la digestión y la asimilación se menoscaben por la defectuosa respiración. Y cuando la asimilación no es normal el sistema recibe cada vez menos nutrición, la fuerza disminuye y la persona se declina y avejenta, en este caso por una respiración defectuosa.

El mismo sistema nervioso sufre con una respiración incompleta y por lo tanto el cerebro, la medula espinal, los ganglios, y aun los nervios se tornan instrumentos débiles e insuficiente para generar, almacenar y transmitir corrientes nerviosas cuando no se nutre de oxigeno suficientemente la sangre.

La respiración completa produce un ritmo que obedece a un plan de la Naturaleza para conservar dicha parte importante del sistema en condiciones normales.
Además, en la respiración completa o yóguica, el diafragma se contrae durante la inhalación y oprime levemente el hígado, el estómago y otros órganos, actuando como un suave masaje estimulando así su óptima actividad y normal funcionamiento. Cada inhalación completa contribuye a un ejercicio interno, favoreciendo la circulación normal de los órganos de nutrición y eliminación.

Los órganos internos también necesitan de ejercicio y en el plan de la Naturaleza el diafragma es el principal instrumento. Recordemos que cada órgano o parte del cuerpo que no se ejercite se atrofia gradualmente, dejando de funcionar con normalidad y por consiguiente, perjudicando la salud. Por lo tanto una respiración completa o yóguica es en verdad una “acción completa”. Y en principio, realizar esta respiración unos minutos al día, beneficia y previene con lo anteriormente nombrado.

 En yoga se realiza esta respiración al comienzo de una clase, durante y al final. Y poco a poco, su práctica, esta “forma de respirar” se va incluyendo en el diario vivir, pudiéndose llegar a concretar como un hábito de por vida.